Hace rato que iba entrando a mi casa tuve un zape celestial y me vino una reflexión sesuda y responsable.
Mis vecinos, tachados de delincuentes, inmigrantes, y forajidos feos y peligrosos, en realidad son educados y buen pedo. De hecho son más educados que los argentinos que viven en Recoletta (barrio de la alta alcurnia porteña).
Estos te saludan, y si te estorban pa entrar a tu casa porque se les ocurrió echarse un churro en el portal, prestos mueven su humanidad y te piden perdón de la manera más sincera.. o verosímil.
Por otra parte, hoy disfruto de un Oporto. Dibujo un mimo feo. y pienso en qué decir sobre algo medio efímero.
A ver qué pasa.
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